Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.
29.11.13
Selección de poemas para la antología (IV): "Pero en la fría noche", de Bertolt Brecht
Pero ya sólo el hielo, en la fría noche, agrupaba
los cuerpos blanquecinos en el bosque de alisos.
Semidespiertos, escuchaban de noche, no susurros de amor
sino, aislados y pálidos, el aullar de los perros helados.
Ella se apartó por la noche el pelo de la frente, y se esforzó
por sonreír,
él miró, respirando hondo, mudo, hacia el deslucido cielo.
Y por las noches miraban al suelo cuando sobre ellos
infinitos pájaros de gran tamaño en bandadas procedentes
del Sur se arremolinaban, excitado bullicio.
Sobre ellos cayó una lluvia negra.
Bertolt Brecht (1898-1956) fue un poeta y dramaturgo alemán de principios del siglo XX. Aunque su obra no fue reconocida hasta sus últimos años de vida (debido en parte a su ideología marxista, por la cual tuvo que vivir en el exilio durante los años del gobierno nazi en Alemania), Brecht cuenta con una extensísima y afamada producción tanto en obras poéticas como teatrales.
25.11.13
Selección de poemas para la antología (III): "Hagamos un trato", de Mario Benedetti
Yo
te doy mis cosquillas.
Tú
me regalas sonrisas.
Yo
te doy mis caricias.
Tú
me prestas tu piel.
Yo
te ofrezco mis labios.
Tú
me dejas los tuyos.
Yo
derribo gigantes.
Tú
construyes molinos.
Yo
te doy mil presentes.
Tú
me acercas futuros.
Yo te doy,
tú me prestas.
Y también,
por supuesto,
y también
viceversa.
Mario Benedetti (1920-2009) fue un destacadísimo poeta uruguayo, miembro de la Generación del 45. Uno de los autores en lengua española más reconocidos de la mitad del siglo pasado, Benedetti tiene en su haber una cifra de libros publicados que se acerca a la centena.
te doy mis cosquillas.
Tú
me regalas sonrisas.
Yo
te doy mis caricias.
Tú
me prestas tu piel.
Yo
te ofrezco mis labios.
Tú
me dejas los tuyos.
Yo
derribo gigantes.
Tú
construyes molinos.
Yo
te doy mil presentes.
Tú
me acercas futuros.
Yo te doy,
tú me prestas.
Y también,
por supuesto,
y también
viceversa.
Mario Benedetti (1920-2009) fue un destacadísimo poeta uruguayo, miembro de la Generación del 45. Uno de los autores en lengua española más reconocidos de la mitad del siglo pasado, Benedetti tiene en su haber una cifra de libros publicados que se acerca a la centena.
21.11.13
Selección de poemas para la antología (II): "Soneto 16", Astrophil y Stella, de Philip Sidney
Bien dispuesto por naturaleza estaba cuando vi
bellezas que en muchos quilates hermosas eran,
mis espíritus ardientes pronto hacia allí se inclinaron,
y pensé, Amor, que estaba lleno de ti;
pero no encontrando esas llamas inquietas en mí,
que afirmaban otros que sus almas consumían,
pensé que esas criaturas por un pinchazo de alfiler gemían,
juzgando por mi amor lo que el dolor de Amor podría ser.
Pero cuando así con este pequeño león jugaba,
a Stella vieron los ojos míos (malditos, o diré benditos);
ahora sí que bien Amor he aprendido, y tanto aprendí
como el que siendo envenenado conoce el veneno así.
El autor inglés Philip Sidney (1554-86) fue una de las figuras literarias más representativas de la época isabelina. Miembro prominente de la corte inglesa, además de poeta y soldado, entre sus obras destaca la colección de sonetos Astrophil y Stella, que marcó un precedente en cuanto a este tipo de agrupaciones se refiere en la literatura inglesa.
bellezas que en muchos quilates hermosas eran,
mis espíritus ardientes pronto hacia allí se inclinaron,
y pensé, Amor, que estaba lleno de ti;
pero no encontrando esas llamas inquietas en mí,
que afirmaban otros que sus almas consumían,
pensé que esas criaturas por un pinchazo de alfiler gemían,
juzgando por mi amor lo que el dolor de Amor podría ser.
Pero cuando así con este pequeño león jugaba,
a Stella vieron los ojos míos (malditos, o diré benditos);
ahora sí que bien Amor he aprendido, y tanto aprendí
como el que siendo envenenado conoce el veneno así.
El autor inglés Philip Sidney (1554-86) fue una de las figuras literarias más representativas de la época isabelina. Miembro prominente de la corte inglesa, además de poeta y soldado, entre sus obras destaca la colección de sonetos Astrophil y Stella, que marcó un precedente en cuanto a este tipo de agrupaciones se refiere en la literatura inglesa.
14.11.13
El título como elemento publicitario
Desde el principio de las publicaciones impresas, el título que cada libro tenía solía ser de caracter descriptivo, muchas veces llevando el nombre del protagonista: La Regenta, Pedro Páramo, Jane Eyre, etc.. Sin embargo, a medida que surgen las estrategias publicitarias, se empieza a aprovechar este elemento como recurso para llamar la atención sobre el lector y, por tanto, empieza a proliferar la aparición de títulos más llamativos, sorprendentes, o que apelan a las emociones de quien lo lee.Este último es el caso de, por ejemplo, Johnny cogió su fusil (Johnny Got His Gun, en la versión original), de Dalton Trumbo. Otros, como 20 poemas de amor y una cancion desesperada, de Pablo Neruda, resaltan por lo sorprendente. Algunos, como I am Joaquin, de Corky Gonzalez, utilizan el título como forma de reivindicación lingüística.
Por tanto, se puede afirmar que, en muchos casos, el título no es sino el primero de los textos publicitarios que acompañan en su publicación a un libro.
13.11.13
Edición. Textos y paratextos
A la hora de editar un libro, hay que tener en cuenta las diferentes partes que lo forman, ya sean estas pertenecientes a la obra en sí (texto) o al conjunto de textos que no se incluyen en ella pero que la acompañan realizando, en muchos casos, una labor publicitaria de esta. Estas partes son denominadas paratextos.
Otro de los paratextos más importantes es la contraportada, que consta de un resumen informativo a la vez que publicitario, tanto del libro como de la trayectoria del autor. Siempre, claro está, resaltando los puntos positivos y obviando los negativos, dado que, dependiendo de lo que el lector/comprador se encuentre en ella, puede resultar decisiva a la hora de vender o no un libro.
El primero de todos es la cubierta, que ha venido, sustituyendo en la primera plana a la tradicional portada, que contiene los datos de la obra: título, autor, editorial... En cambio, la cubierta suele incluir imágenes con el objetivo de llamar la atención de quien la ve, de entrar por los ojos a la gente. Como se puede observar, esta función es completamente propia de un texto publicitario. Es importante señalar que el título en sí también puede funcionar como elemento publicitario, como veremos en posteriores entradas.
Comparación entre portada y cubierta
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| Portada |
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| Cubierta |
Otro de los paratextos más importantes es la contraportada, que consta de un resumen informativo a la vez que publicitario, tanto del libro como de la trayectoria del autor. Siempre, claro está, resaltando los puntos positivos y obviando los negativos, dado que, dependiendo de lo que el lector/comprador se encuentre en ella, puede resultar decisiva a la hora de vender o no un libro.
Los libros también suelen incluir dos solapas, en las que se encuentra información referente a la biografía del autor (siempre datos relevantes y que despierten interés) y a la editorial, ya que así se permite ubicar al autor en una serie y, dependiendo del prestigio de esta o de factores tales como si la editorial lo ha seleccionado o si se trata de una autopublicación, ayuda al lector a hacerse una idea del tipo de escritor al que pertenece el libro.
Por último, muchas veces, a partir de la segunda edición, se incuye, rodeando la cubierta, una faja o bufanda en la que aparece una crítica positiva o un eslogan, también como elemento publicitario.
11.11.13
Literatura, publicidad e ideología. Poesía social en la dictadura franquista (II)
Al igual que hemos hecho en la publicación anterior, vamos a hablar de la poesía con contenido ideológico de los años del régimen, en este caso con otros dos autores: Gabriel Celaya y Blas de Otero.
El primero se caracteriza por dotar de cotidianidad a su poesía, haciéndola "de andar por casa" o, como él mismo decía, "quitándole el contorno y poniéndole zapatillas". Sus poemas fueron difundidos por el extranjero, a la vez que sirvieron como letras para canciones de música melódica de la época (años 50 y 60). Uno de los más conocidos, "España en marcha", en el que anima a los españoles a salir "a la calle" y pasearse "a cuerpo", haciendo hincapié en el continuo movimiento que representa el progreso: "Somos el ser que se crece. / Somos un río derecho."
Blas de Otero, por su parte, presenta un estilo mucho más indirecto que Celaya. Poemas suyos, como el publicado en 1955 "Pido la paz y la palabra", están ligados a la actualidad de ese momento, donde la dictadura y la censura cobran gran protagonismo. En este poema, el autor se basa de una doble interpretación de la palabra 'paz': como antónimo de 'guerra' (esos eran los años de la Guerra Fría) y, según el uso que le daba el régimen, como sinónimo de dictadura (este uso es claramente irónico en de Otero). Además, la expresión "pedir la palabra" nos hace pensar inmediatamente en la libertad de expresión, que en aquellos tiempos brillaba por su ausencia.
El primero se caracteriza por dotar de cotidianidad a su poesía, haciéndola "de andar por casa" o, como él mismo decía, "quitándole el contorno y poniéndole zapatillas". Sus poemas fueron difundidos por el extranjero, a la vez que sirvieron como letras para canciones de música melódica de la época (años 50 y 60). Uno de los más conocidos, "España en marcha", en el que anima a los españoles a salir "a la calle" y pasearse "a cuerpo", haciendo hincapié en el continuo movimiento que representa el progreso: "Somos el ser que se crece. / Somos un río derecho."
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| Blas de Otero |
Blas de Otero, por su parte, presenta un estilo mucho más indirecto que Celaya. Poemas suyos, como el publicado en 1955 "Pido la paz y la palabra", están ligados a la actualidad de ese momento, donde la dictadura y la censura cobran gran protagonismo. En este poema, el autor se basa de una doble interpretación de la palabra 'paz': como antónimo de 'guerra' (esos eran los años de la Guerra Fría) y, según el uso que le daba el régimen, como sinónimo de dictadura (este uso es claramente irónico en de Otero). Además, la expresión "pedir la palabra" nos hace pensar inmediatamente en la libertad de expresión, que en aquellos tiempos brillaba por su ausencia.
6.11.13
Literatura, publicidad e ideología. Poesía social en la dictadura franquista (I)
Aunque ahora su uso se haya visto restringido casi exclusivamente a fines comerciales, la publicidad tiene su origen en la propaganda (palabra que, aunque cada vez menos común en esta acepción, se utiliza como sinónimo de publicidad). La propaganda es todo aquel medio que se use para, como su propio nombre indica, "propagar" ciertas ideas políticas. Esto incluye carteles, eslóganes, publicaciones en prensa y demás; sin embargo, en muchas ocasiones, sobretodo en regímenes dictatoriales, esta ideología está presente de una forma subrepticia, de alguna manera camuflada, a través de la literatura.
La explicación a esto se encuentra en que, cuando estamos ante una situación no democrática, toda publicación (como pueden ser periódicos, revistas, etc.) ha de pasar una censura antes de salir a la luz. Con lo cual, si los mensajes ideológicos contrarios al poder que rige son incluidos, lo más probable es que el organismo censor impida que sean publicados. Es por eso que esa propaganda, esas ideas "peligrosas" para el poder, deban buscar otra manera de llegar a la gente. Y ese camino se encuentra en forma de la literatura, concretamente en la poesía. Así, los autores se valen de un género que abunda en lectores para camuflar ideas políticas, aprovechándose de que, mediante dobles interpretaciones y figuras poéticas, es mucho más fácil que el mensaje burle la censura y, por tanto, que pueda ser propagado.
Este es el caso que se dio en España en el siglo XX, durante la dictadura franquista (1936-75). Varios autores utilizaron estos recovecos de la literatura para poder comunicar su ideología contraria al régimen dictatorial. Así, tenemos una poesía que se aleja de los temas habituales de esta y presenta un contenido más político, pensada para ser recitada como discurso. Autores como Miguel Hernández en "Vientos del pueblo" pide a los españoles que luchen por su libertad, liberándose de los "yugos" de la dictadura. Por otra parte, el asturiano Ángel González nos presenta a un personaje, caracterizado como una persona de poder en la derecha española del franquismo, quien dice al clero, al ejército y a los poderes económicos que sigan frenando el progreso y apoyando al régimen, en el poema irónico titulado "Discurso a los jóvenes"
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| Discurso político |
La explicación a esto se encuentra en que, cuando estamos ante una situación no democrática, toda publicación (como pueden ser periódicos, revistas, etc.) ha de pasar una censura antes de salir a la luz. Con lo cual, si los mensajes ideológicos contrarios al poder que rige son incluidos, lo más probable es que el organismo censor impida que sean publicados. Es por eso que esa propaganda, esas ideas "peligrosas" para el poder, deban buscar otra manera de llegar a la gente. Y ese camino se encuentra en forma de la literatura, concretamente en la poesía. Así, los autores se valen de un género que abunda en lectores para camuflar ideas políticas, aprovechándose de que, mediante dobles interpretaciones y figuras poéticas, es mucho más fácil que el mensaje burle la censura y, por tanto, que pueda ser propagado.
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| Ángel González |
Preámbulo a las instrucciones para anunciar un SEAT León
La marca de automóviles SEAT lanzó en el año 2007 este anuncio televisivo para su modelo León. Este spot se sale de la normalidad ya que, para empezar, al inicio nos muestra a una persona en una situación extraña, como si fuera una película con un inicio in medias res. Al mismo tiempo, oímos como se nos habla de un reloj (curiosamente, no de un coche, como se podría imaginar antes de ver el anuncio) concretamente la narración de cuento "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj" hecha por su autor, Julio Cortázar.
Mediante este relato, se sugiere en la mente del espectador la analogía reloj-coche; así, al pensar en un reloj que, como objeto, posee a la persona a quien pertenece (concepto, por otra parte, que yo personalmente considero altamente interesante y que, en mi opinión, da bastante que pensar) rápidamente se asocia a un coche que posee a quien conduce. Sin embargo, esta idea del coche que tiene control sobre nosotros no es, en este caso, negativa, sino todo lo contrario, ya que se supone que estamos ante un coche fuerte, poderoso. O al menos eso es lo que desde SEAT pretenden que pensemos.
5.11.13
La publicidad de Halloween
La noche del pasado 31 de octubre se celebró, cada vez en
más lugares del mundo, la fiesta de Halloween. Aprovechando este evento, las marcas también han querido unirse y lanzar campañas de publicidad con un toque "macabro".
más lugares del mundo, la fiesta de Halloween. Aprovechando este evento, las marcas también han querido unirse y lanzar campañas de publicidad con un toque "macabro".
Un ejemplo, que destaca por su originalidad, nos lo proporciona la marca de bebidas Pepsi, quienes han optado por aprovecharse de la histórica rivalidad que mantienen con Coca-Cola y, asimismo, les han mandado una pequeña indirecta. En el cartel publicitario se puede ver un lata de Pepsi "disfrazada" con una capa de "Cola-Coca" (que no Coca-Cola, para no nombrar explícita y directamente a sus competidores). Este disfraz, unido al eslogan del anuncio, que dice, en inglés, "os deseamos un Haloween de miedo", da a entender que la marca Coca-Cola es sinónimo de terror, algo escalofiante.
Por otra parte, la marca de cerveza irlandesa Guinness también se ha sumado a esta moda. Así, "el verdadero brebaje de Halloween" se sirve del símbolo de esta fiesta, las calabazas, para mostrarnos como un vaso de la famosa cerveza negra sale del campo como si de una calabaza mas se tratara, con raíces que, de alguna manera, unen y entrelazan los conceptos Halloween y Guinness.
3.11.13
El contexto y la connotación en la literatura y en la publicidad: poema de Antonio Machado "Las ascuas de un crepúsculo morado..."
Uno de los recursos que literatura y publicidad comparten se basa en la utilización de las connotaciones de las palabras, es decir, los significados implícitos que cada palabra, cada frase, cada texto encierra. En el caso de la publicidad, esto sirve para que el consumidor lleve a cabo asociaciones entre el producto y ciertos valores sociales, los cuales la marca tiene interés en asociar a lo que se vende. En la literatura, y más en concreto en la poesía, encontramos ejemplos en los que el contexto que las palabras generan cobra gran importancia, mucha más que la que puedan tener las acciones narradas. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en el poema de Antonio Machado "Las ascuas de un crepúsculo morado..." (perteneciente a la colección Soledades):
Las ascuas de un crepúsculo morado detrás del negro cipresal humean...
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo. En la marmórea taza
reposa el agua muerta.
En este corto poema se nos describe un paisaje: no hay ningún tipo de narración, tan solo descripción. Es un sujeto sin predicado, en el que, explícitamente, se nos muestra una fuente en una glorieta, nada más. Sin embargo, el significado implícito que este poema connota va mucho más allá, ya que expresiones como "crepúsculo morado", "negro cipresal", "en sombra"o "marmórea taza" tienen todas ellas connotaciones que nos permiten asociarlas a conceptos como el final de un ciclo (el crepúsculo), la muerte (los cipreses en los cementerios), o la inmovilidad, generando así un contexto temático que resulta de una reiteración semántica de elementos fúnebres.
1.11.13
El río Duero en la poesía (II)
Otro ejemplo de poesía dedicada al Duero se encuentra en este poema de Antonio Machado, titulado "A orillas del Duero" y que pertenece a la publicación de 1912 Campos de Castilla.
Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de sombra, lentamente.
A trechos me paraba para enjugar mi frente
y dar algún respiro al pecho jadeante;
o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
y hacia la mano diestra vencido y apoyado
en un bastón, a guisa de pastoril cayado,
trepaba por los cerros que habitan las rapaces
aves de altura, hollando las hierbas montaraces
de fuerte olor —romero, tomillo, salvia, espliego—.
Sobre los agrios campos caía un sol de fuego.
Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo
cruzaba solitario el puro azul del cielo.
Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo,
y una redonda loma cual recamado escudo,
y cárdenos alcores sobre la parda tierra
—harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra—,
las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero
para formar la corva ballesta de un arquero
en torno a Soria. —Soria es una barbacana,
hacia Aragón, que tiene la torre castellana—.
Veía el horizonte cerrado por colinas
oscuras, coronadas de robles y de encinas;
desnudos peñascales, algún humilde prado
donde el merino pace y el toro, arrodillado
sobre la hierba, rumia; las márgenes de río
lucir sus verdes álamos al claro sol de estío,
y, silenciosamente, lejanos pasajeros,
¡tan diminutos! —carros, jinetes y arrieros—,
cruzar el largo puente, y bajo las arcadas
de piedra ensombrecerse las aguas plateadas
del Duero.
de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerta
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día,
cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;
o que, tras la aventura que acreditó sus bríos,
pedía la conquista de los inmensos ríos
indianos a la corte, la madre de soldados,
guerreros y adalides que han de tornar, cargados
de plata y oro, a España, en regios galeones,
para la presa cuervos, para la lid leones.
Filósofos nutridos de sopa de convento
contemplan impasibles el amplio firmamento;
y si les llega en sueños, como un rumor distante,
clamor de mercaderes de muelles de Levante,
no acudirán siquiera a preguntar ¿qué pasa?
Y ya la guerra ha abierto las puertas de su casa.
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.
El sol va declinando. De la ciudad lejana
me llega un armonioso tañido de campana
—ya irán a su rosario las enlutadas viejas—.
De entre las peñas salen dos lindas comadrejas;
me miran y se alejan, huyendo, y aparecen
de nuevo, ¡tan curiosas!... Los campos se obscurecen.
Hacia el camino blanco está el mesón abierto
al campo ensombrecido y al pedregal desierto.
Formado por pareados de versos alejandrinos, este poema se puede dividir en dos partes: la primera (estrofas 1 a 3) es una descripción realista del río, en la que se relata un paseo a sus orillas y en la cual se aprecia una tendencia al prosaísmo, contrario a la "prosa poetizada" característica del coetáneo modernismo. Además, en la descripción de este paisaje fluvial, se presenta a este como los restos de una batalla perdida, símbolo de la decadencia de Castilla en el momento en el que la obra fue publicada.
De hecho, la segunda parte del poema, que abarca desde la cuarta estrofa hasta el final del mismo, ahonda más en esta idea de Castilla como potencia venida a menos. Para ello, se vale de una reflexión mucho más directa, llegando a utilizar calificativos tales como "miserable". Con todo esto, la visión de una España otrora poderosa, pero en ese momento ya decadente nos permite tomar la perspectiva del Regeneracionismo, propia de la Generación del 98, a la cual pertence Antonio Machado.
Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día.
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía,
buscando los recodos de sombra, lentamente.
A trechos me paraba para enjugar mi frente
y dar algún respiro al pecho jadeante;
o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
y hacia la mano diestra vencido y apoyado
en un bastón, a guisa de pastoril cayado,
trepaba por los cerros que habitan las rapaces
aves de altura, hollando las hierbas montaraces
de fuerte olor —romero, tomillo, salvia, espliego—.
Sobre los agrios campos caía un sol de fuego.
Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo
cruzaba solitario el puro azul del cielo.
Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo,
y una redonda loma cual recamado escudo,
y cárdenos alcores sobre la parda tierra
—harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra—,
las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero
para formar la corva ballesta de un arquero
en torno a Soria. —Soria es una barbacana,
hacia Aragón, que tiene la torre castellana—.
Veía el horizonte cerrado por colinas
oscuras, coronadas de robles y de encinas;
desnudos peñascales, algún humilde prado
donde el merino pace y el toro, arrodillado
sobre la hierba, rumia; las márgenes de río
lucir sus verdes álamos al claro sol de estío,
y, silenciosamente, lejanos pasajeros,
¡tan diminutos! —carros, jinetes y arrieros—,
cruzar el largo puente, y bajo las arcadas
de piedra ensombrecerse las aguas plateadas
del Duero.
El Duero cruza el corazón de roble
de Iberia y de Castilla.
¡Oh, tierra triste y noble,
la de los altos llanos y yermos y roquedas,de campos sin arados, regatos ni arboledas;
decrépitas ciudades, caminos sin mesones,
y atónitos palurdos sin danzas ni canciones
que aún van, abandonando el mortecino hogar,
como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar!
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada
recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?
Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;
cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.
¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerta
de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.
La madre en otro tiempo fecunda en capitanes,
madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.
Castilla no es aquella tan generosa un día,
cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía,
ufano de su nueva fortuna, y su opulencia,
a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;
o que, tras la aventura que acreditó sus bríos,
pedía la conquista de los inmensos ríos
indianos a la corte, la madre de soldados,
guerreros y adalides que han de tornar, cargados
de plata y oro, a España, en regios galeones,
para la presa cuervos, para la lid leones.
Filósofos nutridos de sopa de convento
contemplan impasibles el amplio firmamento;
y si les llega en sueños, como un rumor distante,
clamor de mercaderes de muelles de Levante,
no acudirán siquiera a preguntar ¿qué pasa?
Y ya la guerra ha abierto las puertas de su casa.
Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.
El sol va declinando. De la ciudad lejana
me llega un armonioso tañido de campana
—ya irán a su rosario las enlutadas viejas—.
De entre las peñas salen dos lindas comadrejas;
me miran y se alejan, huyendo, y aparecen
de nuevo, ¡tan curiosas!... Los campos se obscurecen.
Hacia el camino blanco está el mesón abierto
al campo ensombrecido y al pedregal desierto.
Formado por pareados de versos alejandrinos, este poema se puede dividir en dos partes: la primera (estrofas 1 a 3) es una descripción realista del río, en la que se relata un paseo a sus orillas y en la cual se aprecia una tendencia al prosaísmo, contrario a la "prosa poetizada" característica del coetáneo modernismo. Además, en la descripción de este paisaje fluvial, se presenta a este como los restos de una batalla perdida, símbolo de la decadencia de Castilla en el momento en el que la obra fue publicada.
De hecho, la segunda parte del poema, que abarca desde la cuarta estrofa hasta el final del mismo, ahonda más en esta idea de Castilla como potencia venida a menos. Para ello, se vale de una reflexión mucho más directa, llegando a utilizar calificativos tales como "miserable". Con todo esto, la visión de una España otrora poderosa, pero en ese momento ya decadente nos permite tomar la perspectiva del Regeneracionismo, propia de la Generación del 98, a la cual pertence Antonio Machado.
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